viernes, 27 de septiembre de 2019

Mini viaje a Egipto Septiembre 2017

Egipto es uno de esos viajes que siempre había querido hacer. De hecho, he tenido un par de tentativas fallidas de viajar allí, pero esta vez lo conseguí. Aunque tengo que deciros que el viaje no dio lo suficiente de sí, por mala planificación y otros factores. La verdad es que yo tenía unos objetivos que no se cumplieron, pero eso me da motivos para volver algún día.

Tengo amigas que han viajado a Egipto, e incluso que han vivido allí, también conozco mujeres egipcias defensoras de los derechos humanos. Todas coincidían en advertirme que en Egipto el acoso a las mujeres es un hecho, una triste realidad contra la que luchan cada día, pero yo este tipo de acoso no lo viví, cierto es que iba acompañada de un hombre. Pero también es cierto y tengo que decirlo antes de empezar, que sí vivimos otro tipo de acoso, no sé como explicarlo, era una especie de persecución, de caza al turista que agobiaba bastante. En ningún momento tuvimos sensación de inseguridad o peligro, pero salir a pasear daba pereza, porque tenías que ir literalmente discutiendo cada 3 pasos para que te dejaran tranquila. Es una pena, porque el país tiene mucho que ofrecer, pero mi recomendación así, a la primera, sería que no vayáis por libre si no queréis discutir a cada momento. Si vais en un grupo guiado o acompañados por alguien de allí la cosa cambia, seguro.

Si aún así decidís ir por libre, hay varias recomendaciones que os puedo hacer, la más importante es que no intentéis subir al transporte público de los egipcios, utilizad transportes turísticos. Un policía nos informó de que por ley está prohibido viajar en sus mini buses (tipo furgoneta), de hecho hay muchos controles en las carreteras y multan al conductor del bus si te lleva, o a ti si así lo acuerdas con el conductor. En los trenes pasa algo parecido y además van como sardinas en lata. Los taxis son una pesadilla del regateo (hasta para mí que me gusta regatear). Básicamente ven un euro con patas y van a por ti, igual que los conductores de calesas y camellos. Por lo tanto mi recomendación es que para desplazaros entre ciudades uséis el bus turístico de la compañía Go Bus, que tiene bastante frecuencia y los autobuses están bien acondicionados y bien de precio. Puedes bajarte su app y reservar on line.

Dicho esto, y de verdad, que me sabe mal haber empezado por lo malo, pero creo que era necesario, voy a explicaros nuestra mini aventura en el antiguo Egipto, que salvando los problemillas antes mencionados tuvo su magia.

Nuestro vuelo fue con la compañía Alitalia, hacía escala en Roma y llegamos al Cairo por la tarde. El viaje se hizo un pelín largo, pero así era más económico. A la llegada nos esperaba el transporte del hotel que habíamos reservado y que nos llevó desde el aeropuerto a Giza, que es la zona del Cairo donde se encuentran las pirámides. Mi elección fue esta, porque me dijeron que la ciudad del Cairo era caótica y no me apetecía caos el primer día. Así que después de más de una hora llegamos al hotel.

La verdad es que al principio me decepcionó bastante la zona, la vi sucia y bastante abandonada y entré en el hotel con un poco de respeto, pero una vez dentro vi que habíamos acertado en la elección. Era un pequeño hotel sin lujos, pero recién reformado. El personal era muy atento, nos invitaron a fruta y bebidas y al día siguiente nos dejaron una habitación de cortesía hasta que nos fuimos. Hay hoteles en la zona como este, casi todos disponen de terrazas desde las que se ven las pirámides. El nuestro Giza Pyramides Inn estaba acabando de ser reformado y nos dejaron ir a otra terraza para ver el espectáculo nocturno gratis y poder cenar allí. 


Al día siguiente salimos a la calle y allí estaba la entrada al recinto de las pirámides, justo en la calle de atrás. Entonces la zona me pareció bastante mejor, creo que el día anterior estaba en fase cansada-negativa. De todas formas debo avisar de que desgraciadamente el mantenimiento y la limpieza general son deficientes, la zona, para ser la zona turística junto a las pirámides estaba bastante abandonada. Todo este abandono, cuando lo hablaba con la gente, decían que era debido a la mala época que vivían, no hay casi turismo y por tanto no hay ingresos, la gente mal vive y el gobierno tampoco pone de su parte. Así que las pirámides fueron un poco decepcionantes en ese sentido. Porque a pesar de la espectacularidad y la grandiosidad de esos edificios y el estar ahí pensando quien pudo construirlos y cómo, no podías dejar de quitarte a gente pesada de encima cada 2 metros insistiendo en subir en una calesa con caballos esqueléticos y camellos bastante mal cuidados.
Pirámides de Giza

Luxor
La verdad es que el primer día en Egipto fue duro, a mediodía el calor nos aplastaba el cerebro (a pesar de estar a finales de septiembre) y estábamos cansados de discutir, así que volvimos al hotel y nos tomamos la tarde de relax. A través del hotel habíamos reservado 2 billetes en un tren cama que va de Cairo a Luxor, salía por la noche y llegaba allí por la mañana. Lo recomiendo entre comillas, porque es una manera de viajar durmiendo, pero me pareció demasiado caro (80 euros/persona) para la calidad, era un tren viejo con camarotes muy sencillos, los baños eran los típicos de vagones de tren y no estaban muy limpios. La cena y el desayuno eran básicos. Pero cumplió su objetivo que era llegar a Luxor.

Sobre las 6.30 nos bajamos del tren y fuimos en busca del hotel que habíamos reservado junto al Nilo. Fue un bonito y tranquilo paseo por calles casi desiertas, algo bastante raro y que agradecimos mucho. Llegamos al hotel y dejamos las mochilas. Allí mismo nos recomendaron que visitáramos el valle de los Reyes por la mañana por el calor y dejáramos esta parte del río para la tarde. Así que salimos a caminar en busca del ferry que cruza al otro lado, por el camino, como no, se nos acercó un taxista que casualmente tenía un taxi al otro lado y nos ofreció un tour, subió con nosotros al ferry mientras regateamos el precio. Al llegar al otro lado cogimos el taxi (no os asustéis los coches son viejísimos pero funcionan) y nos llevó a hacer la ruta por el módico precio de 25 euros dos personas. Os lo recomiendo, ya que te lleva directo de un sitio a otro de los que vas a visitar, te espera en la puerta y evitas dar vueltas y ser acosado por otros.

La ruta que nos marcó era más o menos lo que teníamos pensado y estuvo muy bien, porque a eso de las 12.30 del mediodía estábamos acabando, cuando el sol empezaba a aplastar nuestras cabezas, cogimos el ferry de vuelta al otro lado y a descansar al hotel.

En el Valle de los reyes desde el parquing hasta la entrada te llevan en un trenecito y te confiscan la cámara a la entrada, tienen una especie de consigna y allí te la devuelven al salir. Está completamente prohibido hacer fotos a partir de ese punto. Es en serio, si te pillan haciendo una foto de estrangis te llevas un broncón... Lo triste es que si le das algo de dinero a alguno de los "guardias" que te persiguen para vigilarte te deja hacer una foto ilegal. Aquí abajo os dejo la fotaza que hice a escondidas y por la cual me cayó una bronca de aquí te espero, que habrá sido más pequeña si le hubiera soltado dinerito al señor de la bronca, pero no me apetecía... al final, lo importante es haber estado allí y llevarte el recuerdo en la retina.
Interior de una tumba en el Valle de los reyes
En el trenecito que te lleva a la entrada del Valle de los Reyes









La verdad es que tengo tantísimas fotos bonitas, que cada vez que las miro me sorprendo, no las puedo poner todas aquí, pero esta vez me doy el lujo de abusar de las imágenes, porque describen mucho mejor lo que yo pueda escribir.
Lo que más recuerdo que me impresionó fueron el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas, incluso, os diría que me gustó más el de las reinas y no por una cuestión de corporativismo eh, jeje, sino porque la visita fue mucho más interesante y libre y porque las vistas desde arriba eran de oasis.








Por la tarde, cuando empezó a bajar el sol nos fuimos a ver el resto de Luxor. Muy cerca del hotel estaba el famoso templo, a mí lo que no dejaba de sorprenderme es como se mantienen esas enormes columnas de pie, con sus esfinges tan bien talladas. La puesta de sol en aquel templo fue alucinante y pudimos acabarlo de ver con luz artificial, es muy bonito. Luego buscamos un sitio para cenar y volvimos al hotel.












Por la mañana queríamos coger un bus hacia el Mar Rojo (con la compañía que antes os he mencionado), en el hotel nos informaron de los horarios, pero al llegar a la estación nos dimos cuenta de que estaban equivocados y tuvimos que esperar hasta mediodía para coger el siguiente. Lo bueno es que en el hotel fueron muy amables y nos dejaron usar la piscina y los baños mientras esperábamos. Finalmente cogimos un confortable bus que nos llevó hasta Hurghada, ciudad turística a orillas del mar rojo. Aquella noche nos dimos un lujo y gracias a una oferta de Booking dormimos en un Hilton, bastante cómodo y en una zona de resorts en la que podías pasear tranquilamente.



No queríamos volver a casa sin darnos un chapuzón en esas aguas cristalinas y qué mejor manera que coger un barquito que te lleve a ver corales, delfines y peces de colores. Encontramos una excursión muy bien de precio en la web de Get your guide. Por menos de 25 euros dos personas nos llevaron todo el día en barco, con bebida y comida incluida, nos prestaron un equipo de snorkel con el que pudimos ver preciosos corales, peces de colores y delfines y además nos dieron un paseito en uno de esos lápices inchables tirados de una lancha. El vídeo y las fotos que hacen si las quieres te las venden a parte, pero vale la pena tener el recuerdo y la verdad nos trataron muy bien. Os lo recomiendo para pasar un día diferente.






Aquella noche dormimos de nuevo en el Hilton y al día siguiente disfrutamos de la playa y la piscina, luego nos volvimos al Cairo par a coger el vuelo de vuelta a casa. Fue un viaje muy corto para un país tan grande. Quisimos abarcar demasiado y perdimos muchas horas en el trayecto para mi gusto. Me quedé con las ganas de ver muchos lugares, como Alejandría, Abu Simbel, el museo del Cairo y muchas cosas más. Así que esto fue sólo una presentación a un país al que algún día volveré, porque creo que tiene lugares fantásticos que descubrir.